domingo, 19 de junio de 2011

Radio Celeste

                         PEQUEÑO HERMANO 2

A quienes aún tienen la sartén por el mango:

Me gustaría que fuesen conscientes de que vigilarnos es inútil. Su policía –que debería ser nuestra, pues para eso les pagamos el sueldo- no tiene nada que hacer en los acontecimientos que estamos viviendo. No tenemos nada que ocultar. Nuestras convocatorias, además de pacíficas, son públicas.

Ahora somos nosotros, en cambio, quienes les vigilamos a ustedes. Si tuvieran dos dedos de frente se habrían dado cuenta ya. Disponemos de miles de cámaras, teléfonos móviles, ordenadores, estamos en todas las ciudades y conectados en todo momento. Somos miles, muchos miles rastreando la red, denunciando, demostrando y desmontando su juego sucio; en una palabra: debilitándoles.

Sigan manipulando el lenguaje al más propio estilo de la vieja escuela. Llámennos cómo quieran: antisistemas, violentos, incluso terroristas, lo que les dé la gana. A cada intento que han llevado a cabo para desacreditarnos han quedado en ridículo. Por si no han reparado en ello, el movimiento se fortalece gracias a vuestras actuaciones represivas, que lo único que están consiguiendo es demostrar lo acertado de nuestras reivindicaciones.

A los que hemos salido a la calle la razón y la decencia nos amparan. Está históricamente demostrado que a todos los imperios les llega su fin, y el suyo, les guste o no, no será la excepción que confirme la regla. Porque en esta regla, afortunadamente, no hay excepciones.


Pedro Pérez Linero

domingo, 12 de junio de 2011

Radio Celeste

                   "TU ME MANQUES"

Ya sabes que soy un hombre lleno de efemérides, que entre las fechas y yo siempre ha existido una complicidad especial. Es por eso que estas semanas conmemoro el primer aniversario de tu ausencia. “Tu ausencia absoluta”, como dije entonces.

Es curioso como esta a veces parece afinar nuestros sentidos, o nos hace tomar conciencia de ciertas percepciones.
Hace dos días, sin ir más lejos, te vi en el aeropuerto de Stanted, justo delante de mí en la cola para embarcar al avión. Había algo en su gesto, en la disposición de sus labios, en su mirada… Se daba un aire a ti, solo un aire, pero el aire a veces te hace evocar más profundamente a la otra persona, más que un verdadero parecido.

Es una sensación extraña y al tiempo bastante familiar. Por un lado es como si me encontrase nuevamente contigo, como si este echarte de menos buscase alivio en rostros desconocidos que me apropio y a los que les atribuyo tu nombre; es como si lo irreversible presentara alguna fisura por la que pudieras escapar y volver, aunque solo fuese durante unos segundos o unos minutos. Por otro lado, esa misma fantasía es la que me hace enfrentarme a la realidad, al hecho irrefutable de que la muerte es la entropía elevada a su máxima potencia y que, una vez traspasadas sus puertas, no hay regreso posible.

Te echo de menos. Aún recuerdo la noche que me enseñaste a decirlo en tu lengua materna: “Tu me manques”, “tú me faltas”. Y es que se trata exactamente de eso:
En ocasiones aún siento que me falta tu abrazo…

Pedro Pérez Linero