domingo, 27 de febrero de 2011

Radio Celeste

                              ANDALUCIA


I

Mañana, día 28 de Febrero, será el Día de Andalucía.

Cuando era pequeño, más pequeño que ahora, recuerdo que al acercarse esta fecha los niños confeccionábamos unas banderitas en clase. Eran pequeñas, de cartulina, coloreadas por nosotros mismos (¡ay, esos lápices de Plastidecor!). No era muy complicado, ya que sólo necesitábamos el lápiz verde. El blanco, por lo general, ya lo traía la propia cartulina. Una vez terminadas, nos las colocábamos sobre la camisa. Salíamos al patio y, puestos en hileras, procedíamos a cantar el himno de Andalucía mientras se alzaba lentamente la bandera blanca y verde, acompañada de la española.

Después, tras el himno,  venían las carreras y los juegos, y el día libre, o el pequeño puente festivo. Quizás por eso, el Día de Andalucía nos gustaba. Por eso y por la lección que creíamos no recibir mientras coloreábamos, cantábamos o corríamos.


II

Cuando vives lejos de la tierra, a veces surgen conversaciones entre españoles de diferentes lugares en las que preguntas del estilo de “¿Qué te consideras primero, español o andaluz?” se vuelven habituales.

Por un lado, yo diría que el sentimiento de pertenencia es dinámico -no estático-, e interactúa con otros sentimientos de pertenencia diferentes, ya que no pertenecemos a un solo ámbito, sino a varios. Depende de dónde estés y con quién estés en un momento determinado, se acentúa una identidad u otra.
No obstante, si tengo que mojarme, diría que me siento más andaluz que español. ¿Las razones? Son varias de diferente naturaleza y quizás ninguna  en realidad. No sabría decirlo exactamente, pero me parece significativo el hecho de que, viviendo en el extranjero, no recuerdo haber echado de menos realmente España, y que cuando hablo de mi tierra, o de volver a ella por vacaciones, no pienso en su inmensa geografía sino en el Sur, sólo en el Sur.


III

En Andalucía no percibo tanto mi identidad como andaluz. Sin embargo, cuando vivo fuera y me relaciono con personas de diferentes lugares, aparecen claramente las diferencias, los matices que nos distinguen y nos identifican, ya sean en el habla, en el modo de tomarnos las cosas, en el sentido del humor, etc. A través de lo que no soy, tomo conciencia de lo que soy. Por eso puedo afirmar que me siento más andaluz desde que no vivo en Andalucía, al tiempo que puedo conectar con otras identidades y sentir empatía con aquellos otros que no tienen la suerte de ser andaluces, pero sí la fortuna de pertenecer a otro sitio.


IV

Ahora que ya no voy al cole, ya no me sacan al patio del recreo para cantar el himno. Ahora para mí el himno es otro.

Todo empezó en Valencia. Durante el tiempo que residí allí, había un anuncio en la tele: “Andalucía te quiere”, decía. Y acompañando a las imágenes, una canción: “Ahí estás tú”, de Chambao. Si bien la letra no habla de la tierra, tampoco lo necesita. Me lleva a ella de todos modos.

Y es que a veces me basta con cerrar los ojos y escuchar la voz de La Mari para saber que siempre estaré en casa.

Pedro Pérez Linero


No hay comentarios:

Publicar un comentario