martes, 29 de marzo de 2011

"Me Faltan sus ojos"

Vuelvo una y otra vez a la memoria de quienes me faltan. Forman parte de mi, son conmigo. Y me resulta imposible pensar sin ellos. Esto se intensifica cuando quiero o soy querido. Un hilo consistente enlaza el afecto con la pérdida. La intensidad de lo que merece vivirse incluye la posibilidad de alguna despedida. Esta constatación me estimula para arrojarme en brazos de los afectos. No para retener, sino para gozar de la dicha de la existencia, del placer de vivir, de la alegría de sentir. La simple suposición de que un día pudieras no estar me impulsa a respirar cada situación profundamente. En mi late cada gesto, cada movimiento, cada situación vivida y sentida con quienes ya no están a mi lado. No es posible, ni conveniente, ni siquiera saludable, olvidarlos. Pero no puedo dejar de sentir su abandono no deseado como un desamparo. Y una permanente constatación, la de lo irreversible, la de lo que ya no será así nunca. Precisamente saberlo me hace cuidar diariamente todo lo que me ocurre y, sobre todo, tengo presente que ya no lo viviré de nuevo. Es imprescindible que lo tenga bien en cuenta. No tanto para lamentarme, o para alimentar mi nostalgia o mi melancolía, como para mantener intacto y vivo mi deseo de decir, de amar, de gozar. De no ser así, supuestamente, perdería cualquier posibilidad, no ya de disfrutar, sino de vivir intensamente. Soy capaz de detenerme con cuidado en quienes he perdido. Me sorprende sentirlos tan lejos y tan conmigo. Encuentro misterioso lo que parece tan sencillo y evidente. Han fallecido y, aunque creo entender lo que eso supone, no llego a comprenderlo bien. En algún sentido, lo soporto más que lo acepto. Lo sobrellevo. Hablo en ciertas ocasiones de ellos, comparto a quienes me faltan y coincido en un sentimiento que no se agota en lo que ahora vivo. Y en esta plenitud, que les incorpora a quien soy, cobra toda su importancia mi relación para con ellos. Apreciar a alguien es no sólo una vinculación con él, con ella, en una vida a su lado, también con quienes quizá nunca conocimos sino a través de sus afectos.

1 comentario: